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Esto es la comunidad del el panda mafufo, ven entra a la comunidad y expresa tus sentir, grita no te calles y siente lo que es vivir en total armonia con tu sexualidad.

jueves, 21 de agosto de 2008

Un sueño hecho amor o un amor hecho sueño. Cap 6

Cap 6. Felicidad inesperada.

Llevaba unos cuantos días tratando de dormir el cual mi tan preciado sueño era casi imposible de lograr, como era de mi costumbre el Internet era mi único recurso de entretenimiento o algún calmante para relajarme y que pudiera conseguir mi descanso el cual no podía estar mas en lo contrario, me había conectado al tan comentado chat de la marca Windows, Messenger, no estaba nadie de mis amigos de la escuela o los amigos de mi preparatoria, no había nadie, mas que una chica que había conocido por la pagina de perfiles Hi5.

Nasha, decía su pseudónimo no podía entender la razón de su pseudónimo, pero aun así me agrado y hable con la misma.

-Hola- ella hizo el primer movimiento, hablarme.
-Hola chica ¿como estas?- le conteste antes de que ella se fuera.
-pues nada aquí de vacaciones ¿y tu?- me seguía la conversación.

Así hablando de todo y nada, una platica sin sentido en el Messenger, hasta que se me ocurrió sacar mi lado poético por que la misma chica, sabía que era aficionada a las artes escritas por lo que había leído en el perfil de la página ya antes mencionada.

Comencé a hablarle de usted y decirle dulce dama, ya que me parecía que a una mujer la que fuese necesitaba ser tratada como dama y con todo el respeto que la misma merecía.

Ella en el momento estaba de vacaciones y yo estaba confinada a mi universidad por las próximas semanas, pero se me ocurrió que el mismo sábado donde no tenía compromisos la conocería.

-Bien y que dices si nos vemos un sábado para saber al menos como eres, digo para un café o ir al cine si gustas.- le comente

Le propuse la idea a ella, la cual le fascino y acepto de inmediato, el sábado nos conoceríamos.

Citamos una hora y un lugar, la glorieta de insurgentes de zona rosa, el cual era el punto de encuentro de varias personas, un lugar perfecto para poder conocerse.

Las horas dieron su tan fatal efecto, la chica tenia que irse a dormir, y yo no quería que ella se fuese, pero lo trágico de esto era que ella estaba en la casa de sus padres de visita o eso me comentaba.

-Pues me encantaría conocer a una escritora sexy como tu- comenzaba a coquetearme de regreso.

-Podría ser tan amable de decirme su definición de sexy, por favor, por que para ser sinceras no me considero de esa manera- conteste yo.

-Pues me encantaría poder darle mi definición de sexy, pero lamentablemente me tengo que ir a dormir, así que mi escritora sexy la tengo que dejar.- dijo ella por medios de la conversación percibía que no se sentía bien al dejarme sola en la conversación, como que lamentaba un poco no poder acompañarme en la misma noche.

-Espero encontrarla de nuevo y descanse en las sutiles manos del dios del sueño Morfeo y que sea usted la mas grande realidad del mundo- le conteste deseándole las buenas noches. -duerma que los dioses sean su fantasía, que esta diosa estará soñando con una realidad como la suya –

-no si le diré, los ángeles se enojaran comigo porque ya no soñare con ellos si no con usted- ella contesto.

-Los ángeles no se enojaran ya que yo soy una creación de ellos, que de ahora en adelante la protegerá- algunas de mis palabras comenzaban a tomar posesión de mi persona, aumentándolo con esta chica llamada Naylea.

Ella se fue a dormir y yo me quede pensando en esta chica.

Naylea un nombre de una chica que, no tenia la menor idea que era lo que iba a pasar con ella en los próximos días, el sábado estaba a la vuelta de la esquina y no tenía la menor idea de lo que iba a hacer con ella si es que nos conocíamos.

Los días pasaban inmediatos y en las noches platicaba con ella aun así poético.
-…por que no elogiar la belleza de una dama que sabe apreciar las palabras de una diosa- conteste yo ya entrada en una conversación con ella en la medianoche.
-porque no apreciar las palabras de una diosa q sabe elogiar la belleza de una dama- contesto ella agraciándome la noche.

Las horas se derretían como misma cera en una vela, tan inesperado el sábado era que el mismo día llego.

Me prepare temprano a salir del departamento y estar a la hora acordada en el lugar acordado con Naylea.
Mi camino era largo pero no era un sufrimiento, la cuidad en esos momentos no era un caos total, me encamine hacia el metro toreo, llegue casi inmediatamente aun el trafico de la cuidad de México me dejaba moverme.

De nuevo estación Pino Suárez, línea rosa, se tenían las suposiciones de que la línea rosa, era para los encuentros del el ambiente lésbico gay, como saberlo con seguridad si todos mis contactos eran de ese ambiente y nunca ponían nada en claro.

La estación pino Suárez hasta insurgentes, afortunadamente el camino ya lo conocía y no tuve problemas para llegar a mi destino, Insurgentes, la glorieta.
Subí sin muchas dificultades divise de nueva cuenta la Glorieta, de nuevo el sol en mi cara, y de nuevo recordando el tan fatal día en que fue la marcha, estaba deprimida y hasta no tenia muchas ganas de conocer a esta chica, pero ya había acordado la hora y el lugar y el dejarla plantada no se me hacia muy buena onda y nunca seria capaz de hacerle eso a una dama que me había tratado tan bien en los últimos días.

Divise por un momento la glorieta, mirando a mi alrededor, pude ver con claridad un lugar con sombra, y decidí por el momento sentarme ahí ya que la chamarra de cuero me estaba matando del calor, me senté en ese lugar y me quite la chamarra de cuero, escuchaba la música nerviosa de saber como era en persona mi cita.

-Naylea como eres, te gustare, me gustaras, te agradare, te reconoceré- mil preguntas se formaban en mi cabeza, pero aun así las horas transcurrían sin prisa, cuando yo quería que pasaran con más prisa, con más fluidez.

Por fin la tan esperada hora llego y ahí estaba Naylea, vestida con unos jeans una playera de un grupo “Therion” si mal no recuerdo. Ella me reconoció de inmediato ya que la noche anterior le había descrito como me iría, cabello suelto, y una cara que no imaginaba, me quede con la boca abierta de admirarla.

Reaccione a tiempo con lo que creo que ella no pudo ver, mi admiración por ella, me levante y pude ver que ella no dejo pasar la oportunidad de verme el pecho que yo tome importancia.

-y bien, que dices, nos vamos a tomar un café- dije yo.
-pues mejor dicho yo invito, ya que te hice esperar- contesto ella. Aunque al principio no me creía nada de sus palabras de que ella me compraría el café y mucho menos la comida camine junto a ella.

Llegamos a un café un poco famoso, ella me abrió la puerta y yo aun si creérmela entre al establecimiento.
-Que quieres amor?- ella me dijo. Con la misma cara de duda, sospeche que esta chica si iba en serio con respecto al café y muy seriamente con respecto a una relación conmigo.

Le seguí la corriente mientras la cita daba su rumbo, un beso no estaría mal ya que se me había antojado además de un café un beso de esta mujer, la que estaba enfrente de mi, hablando de lo que quería ser en lo que terminaba la preparatoria.

Estaba escuchándole, pero el beso, el deseo de un beso me poseía, me tenía a mil pensamientos por hora –Como serán sus labios, como es que son tus labios junto con los míos, Nay- eso lo tenía en el pensamiento y mas que nada el cuerpo me lo estaba pidiendo.

-Discúlpame tengo que ir al baño…-cosa que no era muy cierta-…si quieres acompañarme- le guiñe un ojo y con la voz que a veces me caracteriza.

Las dos nos levantamos y fuimos directo al baño, desgraciadamente la pena invadió a esta chica y se negó a entrar conmigo, cerro la puerta y me dejo en ese enorme baño color negro con luz baja, sola.

-Demonios Nay, lástima sino en este momento te hago mía- pensaba mientras me lavaba las manos y me refrescaba la cara.

-Demonios, Sam esta chica te esta gustando, pero como puede ser posible que esta chica te guste así de la nada, digo esta guapa y no le pide mucho a Rebecca, aunque la altura, pero pues es lo de menos- pensaba mientras secaba mis manos.
En mi mente sonó un beso, en mi realidad aun seguía en el baño. –Ah por que no- dije.

Abrí la puerta, ella estaba con la cara dudosa, me le acerque para darle el beso y ella entendió perfecto lo que quería, ahora en mi realidad sonaba el beso, ahora en mis labios pude juntarlos con los suyos, breve el momento del beso pero eterno en nuestros pensamientos.

El beso la sorprendió, pude notarlo en sus ojos, pero no me quedaba la menor duda de que lo había disfrutado. Salimos del establecimiento y caminamos hasta un lugar medio privado de la misma Zona rosa, que yo no era consiente de esa área hasta que ella me llevo hasta ahí.

Nos sentamos ahí en un pequeño rincón, que nadie ocupaba en el momento. –Recuerdas que te debo un masaje?- pregunto ella.
Sorprendida respondí –Si donde me pongo-
Ella se sentó y me señalo que me recargara en ella que le diera la espalda, así efectivamente lo hice y ella inmediatamente comenzó a darme el masaje que tantos años había pedido a una mujer, tantos años le había pedido al que esta en los cielos una mujer que me diera un masaje digno de diosas, esta mujer me estaba haciendo el amor con las manos por encima de la ropa y como era de suponerse la excitación dio su rumbo.

-Ah demonios, Sam- pensaba, sabia a lo que llevaba que esta chica me tocara la espalda. Desgraciada o afortunadamente esta chica me estaba poniendo a mil por hora en pocos minutos, y en esos pocos minutos cedí ante sus manos en mis senos, en pocos minutos ella encontró el camino de mis senos a mi entrepierna que era de esperarse que estuviese húmeda. Sentía la alegría que causaba en ella y ahora en mi, poder tenerme así totalmente dominada en sus brazos. En mera vía publica ella me hacía suya, como si no hubiese nadie que nos viera, así nuestra cita iba siendo un éxito rotundo, sus manos dominándome, sus labios sabiéndome a gloria, y así el tiempo pasaba, así mi corazón sanaba, así sintiendo felicidad inesperada.

Continuara…

jueves, 14 de agosto de 2008

Un sueño hecho amor o un amor hecho sueño cap 5

Cap5. Estando en el lugar equivocado.

Nota: algunos hecho son puramente ficticios, el chiste es saber cuales.

Había perdido toda esperanza de que la felicidad me sonriera de nuevo, estaba con la cabeza baja y deprimida, no tenía la menor idea de que estaba haciendo en el momento.

El clima era frío, la lluvia era fría y molestaba. Como era que me sentía por que aun sentía el amor perdido hacía Rebecca, Caminaba alrededor de mi escuela y aun podía oír mis conversaciones con Rebecca por medios del teléfono, aun podía oír las risas de mi persona en mi oído sabiendo que esas conversaciones nunca se me borrarían, por que se profesaba amor pero no se sentía.

Caminaba de nuevo de lado a lado de donde solía irme a hablar por teléfono, mire hacía el mismo cielo y divise un azul que me recordaba sus ojos y los míos se llenaron de lagrimas, aun a la fecha sabía que mi persona no se iba a recuperar de la ruptura, 9 meses de compartir mi vida con una sola persona, la mujer que creía que era la indicada para mi, aunque parecía que nunca se iba a mejorar mi condición de traumada aunque cuando Rebecca trabajo arduamente para sacarme de mi burbuja y hacer que fuese mas sociable, indudablemente lo hizo y lo logro.

La noche anterior había hablado con ella, gracias a una emergencia, Una computadora defectuosa, Pantalla azul al inicio.

Como toda buena programadora sabia que un pantallazo azul no era nada bueno, tenia que revisar esa computadora, tenia que ver con mis propias manos ese espécimen, de repente la computadora parecía mas interesante que mi propio corazón roto o que mi propio bienestar.
Mi pasión por la tecnología era más grande en el momento.

Acordamos la noche pasada que iba a ir a checar la computadora que daba la coincidencia que era de Julia, una antigua computadora en buen estado o eso suponía.

Al día siguiente tome mi ya acostumbrado camino de 3 horas hacía la casa de mi Ex novia, el cual me aprendí de memoria y tan solo por ir dormida. Las horas dieron su rumbo y mi sueño dio su efecto deseado, mi tan preciado descanso.

Llegue a mi tan deseado destino “la casa de mi ex”, cual fue la sorpresa de no encontrarme a mi “ex suegra” sino a Julia junto con mi “Ex suegra”. Lo chistoso de la situación era que después de un tiempo si se llegaba a comprender es que me iba a llevar de maravilla con las dos, una mi ex novia y la otra la que me la arrebato. Combinación perfecta si es que se entendía la mecánica.

Llegue inmediatamente a hacer lo que se me estaba proponiendo al principio unas 24 horas antes de aparecerme en esa casa, Arreglar la computadora, quitarle los virus.
Mi trabajo era fácil ya que nada mas consistía en el proceso de poner un disco en la computadora y dejar que sola hiciese el mismo trabajo de borrar todo lo que se pusiera en el camino, todo tipo de datos y documentos.

Ese trabajo era el fácil, el trabajo difícil era tratar de controlarme el de reclamarle a Julia la “injusticia” Cometida hacía mi persona, y el de reclamarle a la misma Rebecca por que fue ese ultimo Beso en la marcha LGBT.

Mi trabajo comenzaba arduamente, pero progresaba ya que por más rápido que yo quisiera ir, las cosas no se me hacían fáciles ya que la computadora no funcionaba nada bien.

Ahora mas que mi mismo corazón, me importaba lo que sentía por la computadora, que no se por que estaba en esos momentos arreglando esa computadora que ni era mía ni siquiera me importaba en lo mas mínimo, pero sentía cierta empatía por la misma, ya que con esa computadora era con la que Rebecca podría por fin iniciar el negocio que teníamos planeado hacer.

El trabajo de la misma computadora sencillo, el controlarme de saber que no podría recuperar a Rebecca, casi un martirio.

Las horas se hicieron presentes y ellas estaban juntas haciendo lo que normalmente hacían, nada o se entretenían en otras actividades.
Mientras mi persona estaba ocupada con la computadora, ellas dos me hablaban.

-y bien con va la compu- pregunto Julia junto con Rebecca que estaba muy inquieta, o eso podría notar de los momentos que había pasado con ella.

-bien- conteste con indiferencia. Ya que la misma computadora me daba negativas de estar bien, lo sabía por misma experiencia.

Los minutos pasaban y aun mi corazón estaba destrozado, las dos se podía ver a primera vista que estaban felices y que trataban de todo corazón el poder estar bien con mi persona, pero yo no les hacía el trabajo muy fácil ya que para mi el estar con mi “Ex novia” tan solo como una amiga era muy complicado, ya antes se me había hecho un total martirio, me había pasado con Andrea cuando ella estaba con el mismo Dimitri, simplemente no quería volver a sentir ese frió en mi corazón de nuevo, cuando ya había madurado un poco como persona.

El silencio dio su tan respetado lugar, mi “Ex suegra” había salido y no regresaría en un largo rato, Rebecca y Julia sabia lo que tramaban, lo podía ver en sus ojos, Tan solo yo era un pequeño estorbo.

Rebecca se le ocurrió subir y poner algo de música para que su casa no se oyera tan sola, aun cuando nosotras estábamos en la sala platicando de cosas sin sentido, transfiriendo música de celulares a otros, en fin cosas que no tendrían nada que ver, tan solo era para pasar el tiempo.

La música provenía de un disco quemado por mi, una mezcla de sonidos sugestivos con algo de electrónica y algo de música trance, Más que nada había quemado ese disco a petición de la misma Rebecca ya que una de las tantas canciones que habitan mi Ipod era del dúo ruso t.A.T.u., el cual contenía un remix de una de sus canciones favoritas, All The Things She Said, remezclada con sonidos sugestivos de gemidos de dos chicas, Cosa que prendía de sobremanera a Becca, lo había comprobado en una ocasión cuando le mostré la canción, Sabia el efecto que tenía en ella esa canción.

Indudablemente y como conocía a Rebecca, la canción tomo el rumbo deseado, yo mientras tanto seguía con la computadora esperando a oír cualquier movimiento de las dos, como era de esperarse las escuche, las dos subieron a la habitación y me dejaron a mi imaginación y a mi solas.

Pasaron unos cuantos minutos y las canciones seguían mientras seguía concentrada en el cuidado de la computadora. Cuando a mis oídos llego un sonido que definitivamente no provenía de las canciones, el sonido era algo así como humano, de excitación, de mismo sexo.

Me sonroje al pensar que las dos estuvieran teniendo sexo, la misma idea comenzó a tomar su efecto, indudablemente mis hormonas y la falta de actividad tomaron sus costos, la excitación tomo su lugar y mi imaginación tomo vuelo. Escuche otro gemido que me imaginaba que era de Julia, la misma idea me repugnaba pero al mismo tiempo me excitaba, esa voz un poco grave se podría escuchar a través de los gemidos, entre canciones paraban para que no sospechara, cuando al tener una imaginación tan volátil llegaba fácilmente a una conclusión, Sexo entre ellas, sexo lésbico, el que tanto me hacía falta y ellas dos disfrutándolo.

Seguía pensando en la conclusión que había sacado, mientras mi excitación bajaba lentamente o eso quería pensar, necesitaba tener sexo pronto y no de cualquier persona, las dos por raro que suene me atraían y me moría por tan siquiera un beso o un contacto de alguien, ya no de ellas, sino de una mujer, era tanta la desesperación que tuve que ir al baño a refrescarme, me moje la cara y regrese donde la computadora.

Sentía como todo mi cuerpo ardía de excitación pero tenía que esconderlo, por el pudor que no podrían tener las dos al verme, cuando una idea me acoso la mente “me hubieran invitado”, pensaba una y otra vez en mi mente, mientras seguía con el cuidado de la computadora. Esta idea me acoso durante todo el día, necesitaba sacármelo de la mente, Me imaginaba la suave piel de Rebecca frotándola con la piel igualmente de suave de Julia, excitándola, poniéndola a mil por hora, haciendo que las personas desaparecieran, y el tiempo volase y el amor pueda ser llamado un acto no un simple hecho.

Una imagen mental se formo inmediatamente, cuando pude oír los rechinidos de una cama, Rebecca encima de Julia, mientras Julia pedía mas de Becca, mas de la amada por ella, mas de su mujer. Ahora Definitivamente había algo raro en mí, imágenes mentales de las dos, que se suponía que tendría que odiar en el momento ya que las dos me habían destrozado el corazón cuando en ese momento me imaginaba entre ellas.
-SAM!!!- grite en mi mente- … ¿Que demonios estas pensando?- la excitación fue algo repentina. Y Hasta inesperada. Ya cuando por fin pude oír algo de paz entre las dos la conclusión fue –Orgasmo seguro-, nunca me imagine de quien por que ya si de por si estaba mas que excitada.

Rebecca bajo con una sonrisa que sabía lo que significaba, nos miramos y pregunto –Que tal la computadora- dijo con una cara de tranquilidad y de felicidad al mismo tiempo.
-Súper bien, como su hubiera tenido sexo seguro- le insinúe el acto que habían hecho, pero sin ser tan directa.

-Ah que bien, ¿quieres comer?- dijo ella sin hacer caso de mi comentario.
-Si por que no te lo agradecería- dije yo un poco mas tranquila.

Ahora la que bajo fue Julia, una sonrisa de dibujaba en su rostro, hice caso omiso y continúe con mi trabajo.

La misma pregunta que me hizo Rebecca la repitió Julia, la misma computadora. Ellas dos sabían que ese acto conmigo en el piso de abajo era una falta de respeto, mas que nada por yo ser la Ex novia de Rebecca. Pero Hacían caso omiso del mismo aviso que les había mandado.

El hambre con la excitación no eran una combinación muy buena, las dos se me habían juntado para hacerme compañía en lo que mi trabajo terminaba. El Juego verdad o reto era convocado, el cual yo no era muy placida de jugar ya que había tenido malas experiencias en el juego, de todos modos acepte ya que era para matar el tiempo.

Desafortunadamente para mí, todas las preguntas que provenían tanto de Rebecca como de Julia eran sexo, por que las preguntas hechas por mi, las respuestas eran muy fuertes y simplemente no dejaban lugar para comentarios ya que se tenia que responder sinceramente.

De nuevo el hambre y la excitación que traía en el momento me mataban, pregunte con pena y hasta un poco de descaro.
-Este podemos comer ya que tengo hambre- dije.
-Dios mió es cierto ya me habías preguntado – Contesto Rebecca apenada.
Tanto Rebecca como Julia estaba concientes que no había nada de comer en el refrigerador, así que las dos salieron a comprar algo de comida rápida, mientras de nuevo me dejaban con mi imaginación y mi persona.

Tenia que comunicarle inmediatamente mis sentimientos a Becca pero sin que Julia se diera cuenta, Agarre un pedazo de papel y escribí en este:

Rebecca:
Sabes que te amo, pero sabrás como me siento en esta situación, no te preocupes por mí, estaré bien, Cuida a Julia ya que se ven súper bien juntas, pero nunca la engañes que créeme no se siente nada bien.

Atte.

La que alguna vez amaste, Sam.
El mismo pedazo de papel lo doble y como sabía que tenia tiempo, subí a la habitación donde sabía que estaban las cosas de Rebecca, tome un DVD que sabia que le encantaban, El Dúo ruso, el DVD decía en la portada “The Best” era el DVD del disco del mismo dúo ruso t.A.T.u. lo tome como símbolo de algo que no se pudo consumar, y guarde la carta ahí, teniendo aun las esperanzas de que ella un día agarrase el DVD abriera la caja y encontrara la carta tan corta dirigida para ella.

Ellas dos regresaron con la comida rápida, mientras yo escondía mis actos y les seguía la corriente, por fin un alimento en mi estomago y las tan ya necesitadas ganas de descansar.

Por fin la hora de irme se dio, tarde para poder estar en el otro lado de la Cuidad. Corrí hacia mi destino, no sin antes recibir un regalo de Rebecca, un cuadro del mismo dúo ruso. Me alegre bastante pero me entristeció ya que la razón por la cual me lo regalaba era un poco injusta.

Llegue a mi destino agitada, Abrí el departamento que ahora nada mas podía sentir mi aroma sin sentir el mismo de Rebecca, abrí el cuadro e inmediatamente lo colgué en la pared.

Los momentos de estar arreglando la computadora y escuchar las canciones con los gemidos de las dos chicas me hacían darme cuenta de que ese miércoles nunca lo olvidaría.

Estaba divagando entre recuerdos mientras murmuraba, “Sam, estabas en el lugar equivocado en la hora equivocada”. Pero sabía que el mismo acto no era de darse por vencido, nada mas no confiaba que conociera a alguien como Julia o Rebecca, o podría tan siquiera enamorarme de alguien más.

Y así aun riéndome termine vencida por el mismo sueño que no lograba obtener desde hace tiempo.

Continuara…

viernes, 8 de agosto de 2008

Un sueño hecho amor o un amor hecho sueño. Cap 4

Cap 4. Frío Alucinante, silencio abrumador

NOTA: algunos eventos son inventados y son puramente ficticios, el chiste es saber cuales.

Estaba llegando a la escuela, sabiendo que este día sábado no iba a ser como los demás que había vivido con ella.

El sol iluminaba parte de la escuela mientras caminaba, pensando -“Hace mas de un mes que no veo a Rebecca, ¿como estará?”-

Estaba en el salón de clases asignado, respondía por que raramente mi mente funcionaba bien en esos momentos, estaba como que altamente alerta pero no era por la misma clase sino por que en menos de 3 horas iba a ver a mi ex novia.

Ya que ella se había cambiado de departamento, obviamente con Julia ya que esta poseía un departamento un poco más grande que el “nuestro” y lo denoto así por que Rebecca había quedado en saldarme la deuda del departamento.

Después de que estaba perdida en mis sentimientos la hora deseada llego, emocionada, corrí de la escuela al camión que me llevaría a la respectiva estación del metro de Toreo.

Como de costumbre me acomode los audífonos y la música comenzó la luz del sol iluminaba y hasta quemaba mis ojos ya que no llevaba lentes oscuros en el momento, Continué mi camino hacia la estación la cuál conocía como la palma de mi mano, segura de mi misma camine decidida hacia los andenes ya que hacia ya varios meses conocía el camino mas corto a zona rosa.

El tren arribo mientras me acomodaba en uno de los vagones tenía mi ya clásico síndrome de persecución, ya que notaba que algunas personas me miraban un poco raro, y con razón de imaginárselo, una chica alta de cabello castaño oscuro y vestida como si ella fuese hombre, camisa a rayas verticales azules y blancas, combinada con una playera blanca y chamarra de cuero negra aumentándole sus blue jeans con botas de constructor, era raro para la sociedad, pero como yo era la que estaba vestida así me parecía de lo mas normal.

Por fin después de la pérdida en Pino Suárez llegando a insurgentes un paso que había aprendido aquel día de la marcha del orgullo llegando a la mera Glorieta de insurgentes de zona rosa.

Subí las escaleras mientras el mar de gente se formaba a mi alrededor, caminaba lentamente y con paso firme, alcance a ver el cielo despejado y por fin algo de aire entraba a mis pulmones, la luz del mismo sol hizo su aparición en frente de mi.

La glorieta de zona rosa, estaba feliz por que había llegado por mi mano a la misma zona que siempre trataba de evitar a consecuencia de mis padres, caminaba mientras comenzaba a sentirme cómoda en ese ambiente de homosexualidad extrema, tanto hombres como mujeres besándose sin pena alguna en plena glorieta y disfrutándose de lo que era el Amor homosexual o para que se oiga mas cool, Gay, regresando al tema, camine hacia un pequeño árbol que esta junto a la salida del metro, proporcionándome un poco de sombra del sol quemante en el momento.

Aun con la música a un volumen relativamente bajo miraba al cielo y suspiraba, pensaba y hasta reflexionaba –El que hubiera pasado si yo no hubiese sido tan estupida como para dejar a Becca en manos de Julia-, me convencía a mi misma de que Julia no era tan buena mujer, que no era lo que Rebecca necesitaba, pero hasta ahora en el mes que ellas llevaban de novias sonaban perfectamente.

Los constantes “te amo” en la misma pagina de perfiles HI5, mensajes, comentarios, un sin fin de cosas, que anhelaba y hasta envidiaba, me controlaba, me negaba saber la verdad, no habría regreso con Rebecca, negaba el hecho rotundamente.

Mire el reloj lentamente, 50 minutos habían pasado desde que había llegado, mire al reloj digital de la pantalla enorme que estaba en la glorieta, la una y 5. –Demonios ¿Becca donde estas?- instantáneamente de que pensé eso sonó mi celular era ella –Hola, niña voy a llegar un poco tarde- contesto ella, -si no te preocupes, yo ya llegue- le respondí

Colgamos, estaba a pocos minutos de llegar a la misma glorieta, pero por que sentía que mi corazón iba a explotar, por que sentía esa presión en el pecho, mi cabeza daba miles de vueltas mientras pensaba en las mismas razones que unieron a Julia con Rebecca y yo había quedado sola. Realmente Rebecca había estado enamorada de mí desde el principio al igual que yo ese primer día que la contacte y que la vi en persona, no tenía idea.

Estaba cohibida en mis pensamientos mientras la gente pasaba, murmuraba y hasta se besaban en frente de mí, deseado que la que estuviese en frente de mí fuese Rebecca mientras yo la besaba mientras sus manos recorrían las mías, mientras mis deseos se volvían realidad en la mera fantasía que estaba viviendo.

En lo que yo despertaba del mismo sueño que estaba teniendo decepcionándome de que no fuese realidad alcance a divisar una mujer, alta, rubia ceniza, era ella, La chica que se volvió de la noche a la mañana mi amor y cambio abruptamente a una mujer que sentía el dolor de nuestra relación ya muerta ahora.

-Hola ¿como estas?- me pregunto como sin nada.

-Bien, ya mejor de bueno ya sabes, pero bueno quieres caminar- le dije yo.

-Pues si en lo que llega mi amor- dijo ella con una sonrisa de oreja a oreja.

Nos dispusimos a caminar un rato en lo que julia llegaba, platicamos de mil cosas pero nunca de lo que a mi me atormentaba y a ella de seguro alguna vez llego a preocuparle.

Nos sentamos en una esquina de la glorieta mientras esperábamos a Julia que Rebecca me había dicho que iba a llegar un poco tarde.

Platicamos de las cosas que nos había pasado, como nos habíamos comportado que si bien me había ido en la escuela y demás, los asuntos que tocamos nunca fueron los de nuestra ruptura lo cual me atormentaba.

Pasaron los minutos en los que presentía que no me iba ir nada bien, llego una de las amigas de Julia, Emma o así dice que se llamaba la chica que estaba enfrente de nosotras sonriéndonos diciéndonos hola, ¿por que el sentimiento de sufrir en mi corazón? No lo supe hasta que Julia llamo a Rebecca.

Celos, frustración, decepción, no sabia que era lo que sentía en el momento me había confundido, la mente me hacía marearme y hasta me sentía mal.

Caminamos hacia donde Julia cito a Rebecca, Mi cabeza no reaccionaba, mi cuerpo se movía por la misma inercia, pero en donde estaba mi mente, perdida en los recuerdos que había tenido con Rebecca, los besos, caricias, palabras de amor.

Ahora todo olvidado por la mujer que nos estaba saludando.

Jure desde el día en que Rebecca me anuncio su noviazgo con Julia que no descansaría hasta recuperar a Rebecca costara lo que me costara, Me había dado por vencida al momento de ver a Julia que se llevaba tan bien con ella, con la que había sido mi amor, ahora ya perdido por que el corazón de mi ex novia le pertenecía a ella, como negar que tenía el corazón mas que destrozado por haber fallado una vez mas.

Camine junto con ellas a comer, a tomar, a estar con unas “amigas”, lo cual era lo contrario, estas furiosa pero al mismo tiempo me sentía impune al no poder abrazar a mi ex novia como antes, extrañaba los besos y las platicas que a veces teníamos, en fin extrañaba todo lo que ahora estaban haciendo enfrente de mi, besándose y diciéndose que se amaban.

En esos momentos mi cara se torno de incomodidad y hasta desprecio por las imágenes que mis ojos estaban captando, cuan incomoda me sentí que hasta Becca me pregunto que me pasaba, le respondí como siempre, nada, y se sabe por ley universal que cuando una mujer dice nada es algo.

Caminaba por la inercia que causaba el caminar, pero no podía moverme con libertad, hablaba pero puras incoherencias, no sabía bien lo que pasaba, mi corazón parecía destrozarse mas de lo debido, fuimos a diferentes lugares pero ninguno lo distinguía.

Mi actitud era de molestia hacia las dos, Emma no tenia la menor idea pero ella sabía que estaba hasta la madre.

Las horas pasaban y mi sentir me estaba agotando, mientras estábamos esperando que abrieran un antro de la famosa marca CabareTITO, Antro conocido por toda zona rosa.

Pero mi mirada estaba perdida entre el cielo, del mismo color de los ojos de mi amada en el momento.

Decidí irme por mi propia seguridad, ya que no soportaba mas las lagrimas que estaban saliendo casi sin control, que estaba soportando desde que Julia beso enfrente de mi a Becca.

Me despedí con toda la cortesía que podría haberme salido en el momento, no podía ocultar la verdad, me dolía como nunca ver a mi ex con una mujer que no fuese yo, pero estaba impune y no podía hacer nada para evitar su noviazgo, prometí no interferir en el mismo.

Salí caminando de donde estábamos esperando, mientras aumentaba la velocidad quería huir del mismo lugar, la calle a unos pasos, el semáforo en rojo para los peatones, grite en mi interior, quería que todo esto terminase lo mas rápido posible, Camine de lado a lado de la calle, pero no cambiaba el semáforo, la angustia comenzó a consumirme a quemarme y a desesperarme, no quería que Becca me viese en este estado de total desesperación por ella.

En unos instantes sentí como unos brazos me rodeaban y me gritaban, era Becca, esperando a que me dijera que si estaba bien, indudablemente lo hizo, yo le conteste que estaba bien que necesitaba un tiempo para tranquilizarme.

Le mire directo a aquellos ojos azules que no hacían mas que conquistarme, y sutilmente trate de decirle que todavía la amaba.

Camine mas hasta separarme de ella y cruzar la calle, aun arriesgándome a que me atropellaran ya que nunca vi si el semáforo estaba en rojo o en verde mientras las lágrimas fluían ahora libremente como no lo había mostrado, y así caminaba perdida en un frío Alucinante, y el silencio abrumador que causaba mi corazón en esos momentos.